Cant 6:4
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Hermosa eres, querida mía, y llena de dulzura; bella como Jerusalén , terrible y majestuosa como un ejército en orden de batalla.
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Hech 3:2
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Y había un hombre, cojo desde el vientre de su madre, a quien traían a cuestas, y ponían todos los días a la puerta del templo, llamada la Hermosa, para pedir limosna a los que entraban en él.
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Hech 3:10
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Y como le conocían por aquel mismo que solía estar sentado a la limosna, en la puerta Hermosa del templo, quedaron espantados y fuera de sí con tal suceso.
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