II Mac 3:7
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Habiendo, pues, Apolonio dado cuenta al rey de lo que a él se le había dicho, concerniente a estas riquezas, llamó el rey a Heliodoro, su ministro de hacienda, y le envió con orden de transportar todo el dinero referido.
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II Mac 3:8
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Heliodoro se puso luego en camino con el pretexto de ir a recorrer las ciudades de Celesiria y Fenicia; mas en la realidad para poner en ejecución el designio del rey.
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II Mac 3:13
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Mas Heliodoro insistiendo en las órdenes que llevaba del rey, repuso que de todos modos se había de llevar al rey aquel tesoro.
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II Mac 3:14
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En efecto, el día señalado entró Heliodoro en el templo para ejecutar su designio; con lo cual se llenó de consternación toda la ciudad.
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II Mac 3:23
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Heliodoro no pensaba en otra cosa que en ejecutar su designio; y para ello se había presentado ya él mismo con sus guardias a la puerta del tesoro.
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II Mac 3:24
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Pero el espíritu de Dios todopoderoso se hizo allí manifiesto con señales bien patentes, en tal conformidad, que derribados en tierra por una virtud divina cuantos habían osado obedecer a Heliodoro, quedaron como yertos y despavoridos.
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II Mac 3:25
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Porque se les apareció montado en un caballo un personaje de fulminante aspecto y magnífico vestido, cuyas armas parecían de oro, el cual acometiendo con ímpetu a Heliodoro lo pateó con las patas delanteras del caballo.
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II Mac 3:26
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Se aparecieron también otros dos gallardos y robustos jóvenes llenos de majestad, y ricamente vestidos, los cuales poniéndose uno a cada lado de Heliodoro, empezaron a azotarlo cada uno por su parte, descargando sobre él continuos golpes.
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II Mac 3:27
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Con esto Heliodoro cayó luego por tierra envuelto en oscuridad y tinieblas; y habiéndole cogido y puesto en una silla de manos, le sacaron de allí."
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II Mac 3:29
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por un efecto de la cual Heliodoro yacía sin habla y sin ninguna esperanza de vida."
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II Mac 3:31
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Entonces algunos amigos de Heliodoro rogaron con mucha eficacia a Onías que invocase al Altísimo, a fin de que concediese la vida a Heliodoro, reducido ya a los últimos alientos."
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II Mac 3:31
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Entonces algunos amigos de Heliodoro rogaron con mucha eficacia a Onías que invocase al Altísimo, a fin de que concediese la vida a Heliodoro, reducido ya a los últimos alientos."
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II Mac 3:32
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Y el sumo sacerdote, considerando que quizá el rey podría sospechar que los judíos habían urdido alguna trama contra Heliodoro, ofreció una víctima de salud por su curación;"
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II Mac 3:33
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y al tiempo que el sumo sacerdote estaba haciendo la súplica, aquellos mismos jóvenes, con las mismas vestiduras, poniéndose junto a Heliodoro, le dijeron: Dale las gracias al sacerdote Onías, pues por su amor a él te concede el Señor la vida."
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II Mac 3:35
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En efecto, Heliodoro, habiendo ofrecido un sacrificio a Dios, y hecho grandes votos a aquel Señor que le había concedido la vida, y dadas las gracias a Onías, recogiendo su gente se volvió para el rey."
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II Mac 3:37
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Y como el rey preguntase a Heliodoro quién sería bueno para ir de nuevo a Jerusalén , le contestó:"
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II Mac 3:40
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Esto es en suma lo que pasó a Heliodoro, y el modo con que se conservó el tesoro del templo."
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II Mac 4:1
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Mas el mencionado Simón, que en daño de la patria había denunciado aquel tesoro, hablaba mal de Onías, como si éste hubiese instigado a Heliodoro a hacer tales cosas, y sido el autor de aquellos males;
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II Mac 5:18
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porque de otra suerte, si no hubieran estado envueltos en muchos delitos, este príncipe, como le sucedió a Heliodoro, enviado del rey Seleuco para saquear el tesoro del templo, hubiera sido azotado luego que llegó, y precisado a desistir de su temeraria empresa.
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