Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Espíritu

Ef 3:16 para que según las riquezas de su gloria os conceda por medio de su Espíritu ser fortalecidos en virtud en el hombre interior,
Ef 4:30 Y no queráis entristece con vuestros pecados al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Ef 5:18 Ni os entreguéis con exceso al vino, fomento de la lujuria, sino llenaos del Espíritu Santo,
Filip 1:19 Porque sé que esto redundará en mi bien, mediante vuestras oraciones y el auxilio del Espíritu de Jesucristo,
I Tes 1:5 porque nuestra buena nueva no se anunció a vosotros sólo con palabras, sino también con milagros y dones del Espíritu Santo, con eficaz persuasión, porque ya sabéis cuál fue nuestro proceder entre vosotros para procurar vuestro bien.
I Tes 1:6 Vosotros de vuestra parte os hicisteis imitadores nuestros y del Señor, recibiendo su palabra en medio de muchas tribulaciones, con gozo del Espíritu Santo,
I Tes 4:8 Así que quien menosprecia estos preceptos, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que es el autor de ellos, y el cual asimismo nos ha dado su santo Espíritu.
I Tes 5:19 No apaguéis el Espíritu de Dios.
I Tim 3:16 Y es ciertamente grande a todas luces el misterio de la piedad, o amor divino, en que el Hijo de Dios se ha manifestado en carne mortal, ha sido justificado por el Espíritu Santo, ha sido visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, elevado a la gloria.
I Tim 4:1 Pero el Espíritu Santo dice claramente que en los venideros tiempos han de apostatar algunos de la fe, dando oídos a espíritus falaces y a doctrinas diabólicas,
II Tim 1:14 Guarda ese rico depósito por medio del Espíritu Santo, que habita en nosotros.
Tit 3:5 nos ha salvado, no a causa de las obras de justicia que hubiésemos hecho, sino por su misericordia, haciéndonos renacer por el bautismo , y renovándonos por el Espíritu Santo,
Heb 2:4 atestiguándola Dios con señales, y portentos, y variedad de milagros, y con los dones del Espíritu Santo que ha distribuido según su beneplácito.
Heb 3:7 Por lo cual nos dice el Espíritu Santo: Si hoy oyereis su voz,
Heb 6:4 Porque es moralmente imposible que aquellos que han sido una vez iluminados, que así mismo han gustado el don celestial de la Eucaristía, que han sido hechos partícipes de los dones del Espíritu Santo,
Heb 9:8 dando a entender con esto el Espíritu Santo que no estaba todavía patente la entrada del verdadero santuario del cielo, estando aún en pie, o subsistiendo, el primer Tabernáculo.
Heb 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo , el cual por impulso del Espíritu Santo se ofreció a sí mismo inmaculado a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas de los pecados, para que tributemos un verdadero culto al Dios vivo?
Heb 10:15 Eso mismo nos testifica el Espíritu Santo. Porque después de haber dicho:
Heb 10:29 Pues ahora, ¿cuánto más acerbos suplicios, si lo pensáis, merecerá aquel que hollare al Hijo de Dios, y tuviese por vil e inmunda la sangre divina del Testamento, por la cual fue santificado, y ultrajare al Espíritu Santo autor de la gracia?
Sant 4:5 ¿Pensáis acaso que sin motivo dice la Escritura: El Espíritu de Dios que habita en vosotros, os ama y codicia con celos?
I Ped 1:2 elegidos según la previsión, o predestinación, de Dios Padre, para ser santificados del Espíritu Santo, y obedecer a Jesucristo, y ser rociados con su sangre, muchos aumentos de gracia y de paz.
I Ped 1:11 escudriñando para cuándo o para qué punto de tiempo se lo daba a entender el Espíritu de Cristo que tenían dentro, cuando les predecía los tormentos que padeció Cristo y las glorias que le seguirían.
I Ped 1:12 A los cuales fue revelado, que no para sí mismos, sino para vosotros administraban, o profetizaban, las cosas que ahora se os han anunciado, por medio de los que os predicaron la buena nueva, habiendo sido enviado del cielo el Espíritu Santo, en cuyas cosas o misterios los ángeles mismos desean penetrar con su vista.
I Ped 3:18 porque también Cristo murió una vez por nuestros pecados, el justo por los injustos, a fin de reconciliarnos con Dios, habiendo sido a la verdad muerto según la carne, pero vivificado por el Espíritu de Dios.
I Ped 4:14 Si sois infamados por el nombre de Cristo , seréis bienaventurados; porque la honra, la gloria y la virtud de Dios, y su Espíritu mismo reposa sobre vosotros.
II Ped 1:21 porque no traen su origen las profecías de la voluntad de los hombres, sino que los varones santos de Dios hablaron, siendo inspirados del Espíritu Santo.
I Jn 2:20 Pero vosotros habéis recibido la unción del Espíritu Santo, y de todo estáis instruidos.
I Jn 3:24 Y el que guarda sus mandamientos, mora en Dios, y Dios en él; y por esto conocemos que él mora en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
I Jn 4:13 En esto conocemos que vivimos en él, y él en nosotros, porque nos ha comunicado su Espíritu.
I Jn 5:6 Jesucristo es el que vino a lavar nuestros pecados con agua y sangre, no vino con el agua solamente, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu es el que testifica que Cristo es la misma verdad.
I Jn 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: El Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y éstos tres son una misma cosa.
Judas 1:20 Vosotros al contrario, carísimos, elevándoos a vosotros mismos como un edificio espiritual sobre el fundamento de nuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
Apoc 2:7 Quien tiene oído, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que venciere, yo le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de mi Dios.
Apoc 2:11 Quien tiene oído, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias: El que venciere no será dañado por la muerte segunda.
Apoc 2:17 El que tiene oído, escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias: Al que venciere le daré yo a comer un maná recóndito, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita esculpido un nombre nuevo, que nadie lo sabe, sino aquel que le recibe.
Apoc 2:29 Quien tiene oído, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apoc 3:6 Quien tiene oídos escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias.
Apoc 3:13 Quien tiene oído, escuche lo que dice el Espíritu a las iglesias.
Apoc 3:22 El que tiene oído escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Apoc 14:13 Y oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados los muertos, que mueren en el Señor. Ya desde ahora, dice el Espíritu, que descansen de sus trabajos, puesto que sus obras los van acompañando.
Apoc 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Diga también quien escucha: Ven. Así mismo el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome gratis el agua de vida.