II Par 26:11
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El ejército de sus guerreros, que salía a campaña, estaba bajo el mando de Jehiel, secretario, y de Maasías, doctor de la ley, y de Ananías, uno de los generales del rey.
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II Esd 3:8
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Cerca de éste construyó Eziel, hijo de Araías platero, y al lado de él construyó Ananías, hijo de un perfumero; y dejaron intacta la parte de Jerusalén que va hasta el muro de la plaza mayor.
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II Esd 3:23
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A su lado edificaron Benjamín y Hasub enfrente de su casa; y junto a éstos Azarías, hijo de Maasías, hijo de Ananías, delante de su casa.
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Tob 5:18
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Mas por no ponerte en cuidado, yo soy Azarías, hijo de Ananías el grande.
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Dan 1:6
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Entre éstos, pues, se hallaron de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
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Dan 1:7
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Y el prefecto de los eunucos les puso los nombres siguientes: a Daniel el de Baltasar; a Ananías el de Sidrac; a Misael el de Misac, y a Azarías el de Abdénago.
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Dan 1:11
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Dijo entonces Daniel a Malasar, al cual el prefecto de los eunucos había encargado el cuidado de Daniel, de Ananías, de Misael y de Azarías:
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Dan 1:19
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Y habiéndolos el rey examinado, no se halló entre todos ellos quien igualase a Daniel, a Ananías, a Misael y a Azarías; y se quedaron para el servicio del rey.
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Dan 2:17
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En seguida se fue a su casa, y contó el caso a sus compañeros Ananías, Misael y Azarías,
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Dan 3:88
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Vosotros, Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, loadle y ensalzadle por todos los siglos sobre todas las cosas. Porque él nos ha salvado del infierno, o del sepulcro, y librado de las manos de la muerte, y nos ha sacado de en medio de las ardientes llamas, y libertado del fuego del horno.
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I Mac 2:59
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Ananías, Azarías y Misael fueron librados de las llamas por su viva fe."
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Hech 5:1
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Un hombre llamado Ananías, con su mujer Safira, vendió también un campo.
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Hech 5:3
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Mas Pedro le dijo: Ananías, ¿cómo ha tentado Satanás tu corazón, para que mintieses al Espíritu Santo, reteniendo parte del precio de ese campo?
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Hech 5:5
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Al oír Ananías estas palabras, cayó en tierra y expiró. Con lo cual todos los que tal suceso supieron, quedaron en gran manera atemorizados.
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Hech 9:10
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Estaba a la sazón en Damasco un discípulo llamado Ananías, al cual dijo el Señor en una visión: ¡Ananías! Y él respondió: Aquí me tenéis, Señor.
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Hech 9:10
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Estaba a la sazón en Damasco un discípulo llamado Ananías, al cual dijo el Señor en una visión: ¡Ananías! Y él respondió: Aquí me tenéis, Señor.
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Hech 9:12
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(Y en este mismo tiempo, veía Saulo en una visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para que recobrase la vista).
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Hech 9:13
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Respondió Ananías: Señor, he oído decir a muchos que este hombre ha hecho grandes daños a tus santos en Jerusalén .
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Hech 9:17
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Marchó, pues, Ananías, y entró en la casa, e imponiéndole las manos, le dijo: ¡Saulo, hermano mío!, el Señor Jesús , que se te apareció en el camino que traías, me ha enviado para que recobres la vista, y quedes lleno del Espíritu Santo.
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Hech 22:12
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Aquí un cierto Ananías, varón justo según la ley, que tiene a su favor el testimonio de todos los judíos, sus conciudadanos,
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Hech 23:2
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En esto el príncipe de los sacerdotes Ananías mandó a sus ministros que le hiriesen en la boca.
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Hech 24:1
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Al cabo de cinco días llegó a Cesarea el sumo sacerdote Ananías con algunos ancianos y con un tal Tértulo orador, o abogado, los cuales comparecieron ante el gobernador contra Pablo.
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